Amarillo, naranja... Tonos invernales muy, muy ricos...
Cuánto tiempo sin pasarme por aquí, y qué pena no poder pararme de vez en cuando y publicar una recetilla...
Y la cuestión es que sí que he preparado alguna que otra cosilla digna de compartir, porque lo que sale rico y ha sido fácil de preparar apetece mucho contarlo.
Esta receta la vi en un librito y creo que es de las pocas veces que he seguido la receta a pies juntillas. Solo he cambiado alguna cantidad, así que os la doy con las cantidades que he puesto:
- Medio puerro
- Media cebolla
- Medio kilo de calabaza
- Una manzana grandecita
- Un vasito de sidra
- Una cucharada de miel
- Sal, pimienta, curry y citronela
Se pochan un poco el medio puerro y la media cebolla y se echan la calabaza y la manzana cortadas en cubitos. Al cabo de dos o tres minutos se sazona con sal, pimienta, una cucharadita de curry, una cucharada sopera de miel y un poquitín (yo eché dos centímetros) de citronela picada. Se echa el vasito de sidra y se deja cocer a fuego lento 10 minutos.
¿Y qué es la citronela, me diréis? Pues la citronela se puede llamar también hierba limón o lemongrass, y es un pequeño bulbo con sabor a limón muy intenso. A mí me la han traído congelada de Iberochina, que tiene muchísimos ingredientes asiáticos difíciles de encontrar por aquí. En esta receta yo creo que podría ser fácilmente opcional, o se podría rallar un poquito de piel de limón o de lima.
En el libro aparecía como guarnición de carnes, así que nosotros hemos invertido un poco las cantidades (más guarnición que carne), para hacer una cena ligera, con solomillos de cerdo. El sabor dulce y especiado ha sido un acompañamiento perfecto para la carne.
Además he aprovechado para secar las semillas de la calabaza en el horno, así que ¡pipas de aperitivo!