INGREDIENTES
- 2 morcillas de León

- Unos cuantos piñones (lo que os dé el bolsillo, porque son muy muy caros)
- Pasta para canelones (yo he usado un paquete de 12)
- Media cebolla
- Aceite
- 1 cucharada de harina
- 1 poco de leche (entera)
- Sal
- Nuez moscada
- Tomate frito
- Queso de Mahón rallado (recomiendo este porque es suave)
Se fríen las morcillas sin la piel junto con el puerro, partido muy muy pequeño. Por otro lado, se fríen los piñones. Se mezclan ambas cosas y se deja reposar en la nevera. Yo no lo he tenido mucho tiempo pero cuando vuelva a hacer este plato, haré esta mezcla el día de antes.
Luego, se cubren con tomate frito y con una bechamel muy fina (hecha con la media cebolla, harina, aceite, leche, sal y nuez moscada al gusto).

Ya solo nos queda espolvorearles queso de Mahón rallado y meterlos al horno 15 minutos a 180º y 5 con el grill para que se gratinen.
Después de todo este trabajo solo espero que os queden ganas de comerlos, jaja.
Otra versión consiste en freír la morcilla con cebolla, pimientos verdes y vermut, omitir la cebolla en la bechamel y el gratinado. Será cuestión de probarlo...
¡Qué los disfrutéis!