viernes, 14 de abril de 2017

Pecan pie

¡Ya estoy aquí (otra vez)!

Sólo han pasado dos años desde la última vez que publiqué una receta (¡casi nada!). Entre medias nació Víctor, mi hijo. Así que sobran las palabras. Han sido dos años estupendos pero con poco tiempo para ciertas cosas, entre ellas, el blog. Hoy os traigo una receta que hice en enero del 2015 por primera vez. Esta Semana Santa la he vuelto a hacer (¡por fin!). 

Conocí la "pecan pie" semanas antes de casarme en el 2013 en la cadena Tommy Mel's (desafortunadamente, han quitado este postre de su carta). Y luego disfruté de ella en el viaje de novios en California. La "pecan pie" o pastel de pecanas tiene su origen en Nueva Orleans y su ingrediente principal son las nueces pecanas, difíciles de encontrar en España. Yo las he encontrado en Hipercor. Otro ingrediente difícil de encontrar en el "corn syrup" o sirope de maíz, que lo compro en Taste of America

¡Espero que os guste!

INGREDIENTES
- 1 medida de sirope de maíz Karo
- 3 huevos
- 375 g de azúcar
- 30 g de mantequilla derretida
- 5 g de vainilla
- 500 g de nueces pecanas
- Masa brisa o quebrada

Se mezclan todos los ingredientes y se echan sobre la masa brisa, que previamente hemos colocado sobre un recipiente redondo apto para el horno. Cocemos durante 60-70 minutos a 180º. 


 La tarta estará lista cuando tocando el centro con el dedo, este no se hunda. Easy as that!



jueves, 4 de agosto de 2016

Gracias a mi hija Eva, que me ha trasmitido el sentir el arte de cocinar, y el placer de darse unos mismo de comer.

domingo, 5 de abril de 2015

Espuma de leche (receta de mi abuela Juana)

La Semana Santa está llegando a su fin hoy Domingo de Resurrección. Atrás quedaron el Domingo de Ramos, el Jueves Santo y el Viernes Santo. Curiosamente, este año he descubierto a través de David, que está en León, que el Sábado Santo tiene lugar una celebración llamada "Misa de Tinieblas" u "Oficio de Tinieblas", que tiene lugar al caer la tarde. Al hacerla en este momento, tiene la peculiaridad de hacerse en las "tinieblas", de ahí su nombre. En este oficio se dispone de un candelabro especial llamado "tenebrario" con 15 velas que representan a los 11 Apóstoles que permanecieron tras la traición de Judas Iscariote, las tres Marías (María Magdalena, María Salomé y María de Cleofás), y a la Virgen María. Tanto las luces de la iglesia como las velas del tenebrario se van apagando una tras otra para que al final quede encendido solo el cirio que más destaca. Es en este día cuando se bendice el nuevo Cirio Pascual.

Curioso ¿no?

Ahora vamos con cosas más mundanas. Este Miércoles Santo mi madre y yo "resucitamos" una de las recetas más ricas de mi abuela Juana: la espuma de leche. 

INGREDIENTES
- 1 litro de leche
- 5 huevos
- 6 cucharadas de azúcar
- 2 palos de canela en rama
- Piel de limón
-2 ó 3 magdalenas

Lo primero de todo es poner a cocer la leche con el azúcar, la canela y la piel del limón.


Mientras tanto, montamos las 5 claras a punto de nieve (reservando las yemas para más tarde).


Y partimos las magdalenas en láminas no muy finas recubriendo el fondo del recipiente donde vayamos a preparar el postre.


Cuando esté lista la leche, retiramos la canela y el limón y sin apagar el fuego, vamos cociendo las claras a punto de nieve poco a poco por ambos lados. Este es el paso más difícil, pero con la ayuda de dos cucharas no es tan complicado.








Vamos poniendo las pequeñas "nubes" encima de las magdalenas.








Con la leche que nos ha sobrado y las yemas que habíamos reservado, hacemos unas natillas.


Finalmente vertemos las natillas sobre nuestras "nubes" y habremos terminado.


Lo metemos al frigorífico para que se enfríe y por último disfrutamos de este riquísimo postre.


sábado, 27 de diciembre de 2014

Cocido maragato

Llevaba ya más de un año con ganas de tomar un buen cocido maragato. Estuvimos con unos amigos hace tiempo en Astorga y en aquella ocasión me quedé sin degustarlo. Así que estas Navidades, mis primeras en León, ya le dejé encargado a mis suegros que reservaran en algún restaurante de Castrillo de los Polvazares, cuna de la maragatería. Este pueblo, donde parece no vivir nadie (pues no vimos a nadie en la calle), aparte de con calles empedradas, cuenta con al menos 6 restaurantes que ofrecen este manjar. Nosotros comimos en Cuca La Vaina

Nuestro cocido maragato

Como veis en la foto, el cocido maragato consta de:

Carnes y embutidos:
- Morcillo de ternera
- Gallina
- Lacón
- Oreja
- Pata de cerdo
- Chorizo
- Costilla adobada de cerdo
- Tocino 
- Panceta
- (Relleno: para mi gusto, de lo más rico que hay; se hace con miga de pan, huevo, ajo, perejil y un poco de lacón y/o chorizo desmenuzados).

Verduras:
- Garbanzos pico pardal
- Berza sofrita

Sopa
- Fideos

Postre:
- Natillas
- Mazapán (que más bien es bizcocho)
- Café de puchero

Los que me conocéis, os podréis imaginar que la mitad de la carne no la probé y la berza tampoco; pero ya estaba mi suegro para acabar con el resto. Me pareció todo un acierto poner la ensalada de tomate porque entre plato y plato ayudaba a refrescarse un poco.

Por el orden de los platos, habréis podido comprobar que lo más curioso del cocido maragato es que se sirve al revés. Se empieza por la carne y el relleno, se continua con los garbanzos y la berza, y se termina con la sopa. ¿Por qué? Esto es lo que nos cuentan en la web del pueblo:

La ingesta del Cocido Maragato en orden inverso al del resto de cocidos tradicionales, tiene múltiples teorías. Cuentan que durante la guerra, se alimentaba al soldado empezando por la proteína, en este caso la carne. Se realizaba de esta forma por si el enemigo realizaba un ataque por sorpresa, de esta manera el alimento ingerido en primer lugar era más contundente y suficiente para la contienda. Posteriormente era de comer las legumbres, lo que proporcionaba al soldado el alimento necesario para continuar su deliciosa comida, y si con suerte se llegaba al final, el caldo de la sopa les hacía entrar en calor, obtener los hidratos de carbono de los fideos y el agua necesaria. Claro, que tras dicha contundente comida cualquiera está para guerras. 

Otras teorías más fidedignas hablan de la ingesta en este orden por la tradición arriera. Cuentan nuestros mayores que cuando los antiguos maragatos arrieros recorrían España, siempre llevaban consigo porciones de carne de cerdo cocida, las cuales se tomaban antes de solicitar algo caliente que llevarse al cuerpo. Es por ello que se extendió la costumbre en esta comarca de degustar el cocido maragato de esta manera. 

Mereció la pena compartir esa comida con David y sus padres. Pero he de decir que mi cocido no tiene nada que envidiarle al de Cuca la Vaina. Además, yo sigo prefiriendo tomarlo todo junto en un plato: carne, garbanzos y caldo. Lo cuezo en la olla rápida durante 15 minutos (¡que no se os olvide dejar los garbanzos en remojo la noche anterior!) En cuanto a la carne, le suelo echar morcillo, muslo y contramuslo de pollo, lacón, jamón, chorizo, hueso de jamón y hueso de espinazo. Los garbanzos los prefiero castellanos; y la berza la omito. Y la sopa con fideos la tomo otro día, una vez desgrasado el caldo. Para desgrasar el caldo, solo hay que dejarlo en una perola en la nevera durante una noche. Luego, con una espumadera quitamos la capa de grasa que se queda flotando y ¡listo!. 




En estos días que tengo más tiempo pondré más recetas que he ido acumulando. ¡Feliz Navidad a todos!

viernes, 12 de septiembre de 2014

Mi Bacalhau à Brás facilón

Me ha quedado una foto rara, pero qué rico estaba.

¡Hola! Traigo una receta de esas muy fáciles que valen para hacer cena en 20 minutos. Es una versión muy sencilla del bacalao dorado o Bacalhau à Brás, receta típica portuguesa, que como sabéis, es un país de gastronomía muy parecida a la nuestra, y además buenísima, y de gentes hospitalarias y amables, y que hablan inglés fenomenal, y qué más se les puede pedir... Que tengan buen vino, ¡que lo tienen!

En las recetas que he leído, se puede hacer con huevos o sin ellos. Yo normalmente saco de la sartén la mitad y la otra mitad la hago en revuelto. El día de estas fotos hice un bacalao muy muy sencillo (sin huevos ni aceitunas), así que os añado en la lista de ingredientes lo que no le puse pero se suele poner:
No me digáis que no lo pongo fácil

INGREDIENTES (2 personas):

- una cebolla o cebolleta
- dos patatas medianas
- un filete de bacalao fresco o desalado
- aceite de oliva y sal

(no le puse pero suele llevar):

- dos huevos
- aceitunas negras
- perejil para decorar


En casi todas las recetas te indican que se usa bacalao desalado, pero a mí me gusta comprarlo fresco. Aún no le he cogido el tranquillo a desalar bacalao y no me gusta arriesgarme con la sal. Además, siempre lo he hecho con bacalao fresco y me gusta mucho como queda.

Al lío, que es fácil fácil:

1. Se pocha la cebolla en aceite de oliva, con un poquito de sal para que sude. Empezamos a fuego medio y luego bajamos el fuego.

Quería presumir de tabla de cortar
2. Mientras tanto, cortamos las patatas para patatas paja. Se cortan muy finitas con tabla o mandolina y se lavan bien para eliminar el almidón. Se secan un poco en papel de cocina y se fríen en tandas no muy grandes. En esta ocasión me salieron dos tandas.

3. Mientras se hacen las patatas, quitamos la piel al filete de bacalao y lo cortamos en trozos. No hace falta que sean muy pequeños porque se desmiga casi solo en la sartén.

La cebolla doradita dice cómeme
4. En cuanto al punto: esto es lo más fácil. El bacalao dorado lo lleva todo dorado. La cebolla está lista cuando está bien dorada, las patatas paja son doradas, y el bacalao, con huevo o sin huevo, acabará de color dorado. Así que sacamos las patatas bien doraditas a escurrir en papel de cocina, y echamos el bacalao en la sartén con la cebolla.

5. Rehogamos el bacalao. A medida que se va haciendo, será más fácil desmigarlo con la cuchara de madera. Si lo queremos con huevo, cascamos un par de huevos al final y hacemos un revuelto muy brevemente con el fuego apagado. Lo sacamos cuando todavía esté muy blandito.

Tamaño de las tandas. Y color dorado.
6. Yo lo sirvo con las patatas paja debajo, con unos pétalos de sal. Encima, el rehogado de bacalao y cebolla (y huevo, en caso de llevarlo). Se puede servir con unas aceitunas negras y perejil para decorar.










Mi foto ha quedado muy muy sencilla comparada con las maravillas que se ven por internet. Pero doy fe de que está de rechupete. Al fondo se ve mi última adquisición: pétalos de sal marina.

Además de bueno, me trae recuerdos maravillosos de Portugal. ¡A Portugal todo el mundo! En tren o sin moverse de la cocina...

Esta es la foto de Portugal más dorada que he encontrado en mis álbumes. Muchos sabréis de dónde es...





domingo, 7 de septiembre de 2014

La receta del matrimonio (por Miriam) - Aniversario de boda 7-9-13

Hoy hace un año que David y yo nos casamos, uno de los días más felices y especiales de nuestras vidas. Tener a todos nuestros familiares y amigos allí reunidos acompañándonos en tal ocasión fue muy emocionante. 




Hoy quiero recordar el día de nuestra boda con un texto precioso sobre la receta para que un matrimonio funcione que mi amiga Miriam nos regaló. ¡Gracias Miri!




Queridos David y Eva,

Antes de nada quiero daros las gracias por dejar que formemos parte de un día tan especial en vuestras vidas. Veros aquí, ya convertidos en marido y mujer, me demuestra lo poderoso que es el amor verdadero, capaz de salvar distancias y de perdurar en el tiempo, permaneciendo firme para dar consistencia a un camino en común.

No me considero con autoridad suficiente para daros ningún consejo en este nuevo camino, porque mi propio matrimonio está aún recién estrenado y seguramente me queden muchos errores por cometer. Sin embargo, creo que todos los que estamos aquí conocemos la gran afición culinaria de la novia y eso me trae a la mente un ejemplo que alguien me puso un día y que me gustaría compartir con vosotros, para explicar que, salvando las distancias, conocer los detalles del “buen comer” es un arte que requiere una gran inversión, del mismo modo que el matrimonio exige los mejores ingredientes para mantenerlo vivo y fortalecerlo durante toda la vida.

Lo más importante ya lo tenéis: los ingredientes. No busquéis otros mejores, ni de sabores compatibles a vuestro paladar, ni pretendáis ver cualidades y defectos diferentes en lo que ya tenéis. Con vosotros mismos ya sois capaces de elaborar un plato digno de estrella Michelín.

El segundo paso es mezclar bien esos ingredientes hasta conseguir formar una masa uniforme. No os preocupéis de la mezcla de sabores. Todo buen cocinero conoce lo maravilloso que es descubrir la riqueza de compartir aromas en la mezcla, muy superior a degustarlos en su individualidad.

En tercer lugar, es necesario hornear esa masa al fuego del amor que os tenéis el uno al otro y que os ha traído hoy aquí. Para ello hace falta un poco de esfuerzo diario y continuo, intentando adaptar todos los ingredientes al molde elegido para el resto de vuestra vida, pero sin perder la autenticidad de ser quienes sois.

Nunca olvidéis uno de los mayores secretos de los grandes chefs: cuidad los pequeños detalles. El arte de la cocina, como el del matrimonio, gana valor cuando el comensal siente el respeto y el amor del trabajo del otro.

Y por último, no tengáis miedo al resultado. Si algo se quema u os pasáis de sal, pedid perdón y probad una, y otra, y otra vez. Como los grandes gourmets, tendréis que dedicar miles de horas, alguna que otra lágrima y muchísimas sonrisas hasta que consigáis el éxito, pero siempre merece la pena el tiempo pasado en la cocina cuando se saborea el plato más exquisito: la felicidad.  

martes, 19 de agosto de 2014

Patatas Blas - las patatas más famosas de León

¿Qué decir de Patatas Blas, o mejor dicho, de Casa Blas?

Patatas Blas está en el top 5 de los restaurantes que me encantan de León (incluyendo el restaurante Luniega, la pizzería La Competencia, el restaurante del Hotel Real Colegiata de San Isidoro y los múltiples bares del Barrio Húmedo). Patatas Blas es, como diría mi sobrino, un lugar mítico. Abrió en 1960 y desde entonces no ha parado de cautivar los paladares de cazurros, madrileños, ovetenses, y un largo etcétera de los turistas y peregrinos que visitan esta preciosa capital.


Como su propio nombre indica, en este bar la "tapina" consiste en patatas fritas con un punto picante que se obtiene al freírlas con guindilla. Si sois de aquellos que no podéis soportar el picor, también las tienen "sin picar".

Para acompañar tal manjar, aparte de vino, podéis elegir un corto (de cerveza), un mosto o un butano.¿Butano? El butano es una bebida que se toma en un vasito (al igual que el corto y el mosto) muy parecido al Kas de naranja pero con menos burbujas. Está bien rico.


León, una ciudad que enamora.

PD. Patatas Blas se encuentra en la calle Sampiro, 1. Os dejo un vídeo de la inauguración.