El tiramisú de Bea

Helo aquí: el tiramisú que hago yo, y que dicho sea de paso, no es ninguna receta que me haya inventado, sino que está adaptado de un libro inglés de recetas que se llama Yummy Recipes. Esta receta en concreto hace honor a su nombre, y está... yum yum!

A mí me gusta mucho por dos razones principalmente: una, porque no sabe mucho a queso, y dos, porque la crema se hace mousse, sobre todo al cabo de un día entero en el frigorífico, aunque la refrigeración mínima sea sólo de dos o tres horas. Eso sí, lleva trabajito, y por eso solo la hago una vez al año, en Navidad. Si alguna vez os hago tiramisú "fuera de temporada", podéis estar seguros de que os quiero mucho.

Aquí van los ingredientes para entre 12 y 15 raciones grandes (normalmente la gente come media ración, pero hay quien la come entera):

- 500 g de queso mascarpone

- 250 g de azúcar

- 200-250 ml de nata montada

- 3 claras de huevo

- bizcochos de soletilla (yo suelo comprar una caja gigante, unos 800 gr o más)

- varias cafeteras de café (unas 20 tazas)

- un chorro de moscatel (o vino dulce, o licor de almendras)

- cacao puro en polvo

ELABORACIÓN:

En un bol, se bate el queso con el azúcar y se añade el moscatel. Añadimos despacio la nata montada con mucho cuidado para que no se baje. Si encontráis la nata ya montada, estupendo, es más fácil, pero tened en cuenta que suele ir azucarada. Yo compro la nata para montar y la monto en casa en un recipiente enfriado con hielo, pero esto implica una paciencia considerable.

Por último, añadimos las claras montadas a punto de nieve, también con mucho cuidado, mezclando de abajo arriba para que no se baje la mezcla.

Aquí se ve la mezcla ya montada. Tiene consistencia ya casi de mousse, y se guarda en la nevera mientras se monta el tiramisú.

Para el montaje, yo utilizo unos moldes de mercadona de 500 gr, que se usan para conservar alimentos o para el horno. En cada uno se disponen los bizcochos de soletilla ordenados, y se rellenan los huecos con trozos. Después se empapan con un café fuerte. En la foto de más abajo veis que los bizcochos están ya oscurecidos, bien empapados, y es el momento de poner una capa de crema no muy gruesa y extenderla.

Una vez extendida la primera capa, se espolvorea bien con cacao puro usando un colador. Repetimos la operación, poniendo la siguiente capa de bizcochos con cuidado para que no se aplaste. Más café para empapar, más crema, y más cacao.

Lo más práctico de estos moldes es que llevan una tapita de cartón y se pueden apilar los tiramisús en la nevera. Se transportar bien, y la ración estándar es de medio molde, o de uno para los golosos.

Arriba, la primera capa terminada, y abajo, espolvoreando con cacao la segunda y última capa, unas dos horas después de haber empezado el proceso (aparte de que me lo tomo con calma, creo que algo hago mal al montar la nata porque ¡tardo un montón!). Al día siguiente, agujetas en el brazo y la recompensa de un tiramisú bien rico. Yummy indeed!