viernes, 6 de julio de 2012

Quiche de puerros y bacon (con postre sorpresa)



Nos trajeron de Galicia unos puerrines que, la verdad, eran un poco esmirriados, no eran dignos de una bandeja de plástico de supermercado, pero ni que decir tiene que estaban riquísimos. 

Como llevan mucha tierra, yo suelo dejarlos para recetas donde el puerro vaya troceado, de forma que los pueda lavar a fondo. En este caso, una quiche con bacon y, cómo no, sin queso. Ni nata.

Pero, ¿queda bien sin queso ni nata? Pues sí. Eso sí, para los más puristas de la quiche, alguna vez la he hecho con queso en una mitad, y libre en la otra (pa mí). Y me dicen que está muy rica también.

¡Ingredientes ou yeah!


- una lámina de masa quebrada
- puerros
- bacon (unos 100-150 g)
- tres huevos
- leche entera
- un poquito de aceite para untar el molde


He aquí los gloriosos puerros de Cerdedelo. Atención a lo retorcidos y finitos que eran, y lo ricos que salían luego los jodíos. Detrás, se intuye la masa quebrada descongelando, mientras lavamos los puerros y los picamos. Muy lavados y muy picados.

Los sofreímos en la sartén con el bacon (no hace falta aceite que ya lleva todo grasa de sobra). Mientras se hacen, estiramos la masa quebrada, y la ponemos sobre el molde pintado de aceite. Se pincha, se cubre con papel albal y unos garbanzos o alubias encima, para que pese. La masa quebrada no debería subir mucho, pero a veces, según la marca, encuentro que sube un poco, así que prefiero usar el truquillo de los garbanzos. Al horno a 200º unos 15 minutos.

Ahora ya sólo queda echar el relleno sobre la masa, y cubrirlo todo con los tres huevos batidos y mezclados con un vaso de leche. En este punto, se echa queso rallado por encima si os gusta.


Al horno again. A la misma temperatura, hasta que esté doradito, y la cocina huela a gloria (tostada). Mira qué pinta al salir. Si no fuera porque quema, ahí terminaría la breve historia de la quiche.



Y como me sobraba masa quebrada, la recorté en círculos y puse un cuarto de manzana en láminas finitas encima. Una cucharadita de mermelada (a dollop of jam, qué palabra más bonita), se tapa con otro círculo, se cierra y se pinta con un poquito del huevo que tenemos ya batido para la quiche. Y luego al horno, y se hacen la comida y el postre a la vez.


Por cierto, en este caso lo hice con mermelada de fresa, pero el otro día lo probé con mermelada de higos y fue una combinación deliciosa.

Mu rico el postre. Y no sobró nada de masa. ¡A probarlo también!


3 comentarios:

  1. la quiché la voy a hacer segurísimo, y el postre me va a encantar ya que los postres de hojadlre siempre han sido mis favoritos, ñam ñam!

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  2. Madre mía, Bea! Vaya pinta! En cuanto termine con esta pesadilla de la oposición la hago. Y la empanada de Asun también. Yummy!

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  3. Si es que somos muy paneras... ¡Gracias por animaros a hacerla!

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