- 1 lata grande de piña en almíbar
- 250 ml de zumo de piña (el que se queda en la lata de piña)
- 1 sobre de gelatina de piña
- Sobaos, bizcochos, soletillas, galletas (lo que queráis para la base de la tarta)
- 500 ml de nata líquida para montar
- 250 ml de agua
- Azúcar
En una cazuela ancha y poco honda (es importante que luego tengáis una fuente del mismo diámetro que la cazuela) se hace caramelo con azúcar tostado y un poco de agua, cubriendo toda la base. Se deja enfriar para que se endurezca. Cuando lo haya hecho, se ponen las rodajas de piña, tratando de no dejar muchos huecos.
En el zumo de piña se disuelve la gelatina y se pone al fuego. Cuando hierva, se le incorpora el agua y se deja enfriar un poco.
En otro cacharro se monta la nata con la batidora. Después se le añade el líquido donde hemos disuelto el sobre de gelatina y 2 cucharadas de azúcar (aunque esto es cuestión de gustos...). Toda esta mezcla se echa en la cazuela donde tenemos el azúcar tostado y las rodajas de piña.
Se cortan los sobaos/bizcochos en láminas y se cubre toda la superficie. Se deja en el frigorífico mínimo 4 horas. Se desmolda con mucho cuidado y ¡listo! y ¡rico, rico!
Este "posa-tartas" tan bonito me lo regalaron Bea y David. Es estupendísimo para partir trozos de tarta grandes y pequeños. Por cierto, no hay 28 velas sino 2 + 8 porque la tarta se merecía un 10, jeje.
La próxima vez los haré con galletas... A ver qué tal...
ResponderEliminarTengo que hacer la tarta con galletas que me enseñó la madre de Jesús, a ver si este finde cae y pongo la receta! (aunque la tendré que llamar, porque he perdido la chuleta con las cantidades, jaja)
ResponderEliminarEso,eso a ver si cae ;)
ResponderEliminarLa hice el otro día pero no hice foto! Pero en el próximo cumple cae y publico, que ya tengo las medidas ;)
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